Notas de domingo.

Ya he escrito bastante sobre el tipo de maternidad que llevo adelante, que viene a ser la que se va dando sobre la marcha. Esto se llama Coló improvisando y tiene esa razón de ser. 

Cuando empecé el blog, sólo era la mamá de Am y estoy segura que debo haber escrito muchas giladas sobre no tener un minuto de paz, sobre escabullirme de la cama en la mañana para venirme al living, sentarme frente a la computadora y que los límites de mi cuerpo finalicen en mi y no se expandan hacia otro ser, que no tiene intenciones de desprenderse de nosotros.

Volvió a pasar, Nina me persigue, me  arrincona y logra sacarme todo, hasta leche, porque me encuentro con una bebita de 1 año y unos tres meses que sigue tomando la teta, yo que se como hace una para sacarle la teta a un bebé. Yo qué se! 

Yo no se nada y menos se de sacarle la teta a un bebé terrorista que me busca la ropa, como requisando el lugar en donde tiene que estar lo que ella considera de ella por derecho propio.

Tengo pánico de quedar embarazada, y no me vengan con boludeces porque la gente queda embarazada, un miedo que no tuve después de Amparo porque estábamos las dos solas. Pero de solo imaginarme con otro bebé, me vengo a negro y me desmayo. Me imagino negándolo hasta el 8º mes como las gordas de H&H de "No sabía que estaba embarazada".

Tengo miedo que cuando todo empiece a acomodarse, la casa, las deudas, los trabajos, las tiranasPUM dos rayitas y VUELVE AL LUGAR DE PARTIDA.

Ahora dejo de escribir porque seguro que si tipeo muy fuerte se le enciende la alarma y aparece acá a querer ultrajarme el pecho.

Si llego a tener un tercer bebé, hijo del futuro MAMÁ NO TE ODIA.