16/7/13

Cambia todo cambia

Yo solía tener vacaciones de invierno. Quince días generalmente, durante mis años de instituto terciario y universidad después, siempre tuve días para tomarme porque era buena alumna, cumplía y esas cosas que pedían mis padres a cambio de casa, comida y mensualidad. THAA FUCKING PARADISE.

Me entendés? Vivía gratis, onda cursa todas las materias, aprobá y recibite que te pagamos por eso. Una persona que no aprovecha eso sólo puedo llamarlo de una manera PELOTUDO.

Ahora las vacaciones de invierno son algo así como "En búsqueda de la esmeralda perdida". No están. se fueron, es extinguieron.

El sábado pasó por acá mi prima que iba para el poblado y me acordaba de nuestras vacaciones como estudiantes. 

Un grupo de amigos formado por trece cuando estabamos todos, que sólo teníamos como principal preocupación en donde hacíamos el primer asado y a que boliche ibamos a ir (buoh tampoco era que teníamos para elegir en un pueblo de 5000 habitantes)

Ahora hay un total de siete hijos nacidos de esos irresponsables que supimos hacerle los coros a Alcides cuando el astro de la música supo vestir de gala la noche del condado, y otros dos que vienen en camino.

Todos estamos o cruzamos la barrera de los thirties, muy pocos quedamos viviendo allá y es muy difícil ponerse en contacto, ni que hablar de coincidir en tiempo y espacio.

Esto de crecer me parece un poco cualquiera.






3 comentarios:

  1. Respuestas
    1. si no decís la contraseña correcta se abre a la mitad y sus devorado por pirañas hambrienta.

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  2. La última clave que me dieron era Esmeraldo, espero no haya cambiado.

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