3/10/13

La vida es bella



   Hoy con el cámara con el que salimos todas las mañanas nos tomamos un taxi para ir a buscar el móvil del canal qué estaba en el taller. No miré al taxista porque no suelen ser mis personas preferidas y esta no iba a ser la excepción.
   Antes de emprender la recorrida diaria ya con nuestro móvil, que es un hermoso refugio cuando trabajas en la calle, pasamos a hacer unos de los tantos afanos que nos tocan cubrir en una casa de la ciudad. 
   Ya perdí la cuenta pero creo que es el quinto día de lluvia consecutivo, lluvia de esa que te da ganas de llorar por no ser un oficinista con la lengua verde de mate, que trabaja amparado de lo que le depara la calle.
  
   Me bajé a hacer la nota,  la hice y cuando volví al taxi rápido por la lluvia y la inminente situación de convertirme en el mismísimo Rey León,  vi que al taxista lo conocía. Sabía perfectamente quien era.
   Era un chico de mi pueblo, el que por un tiempo se dedicó a mandar cadenas de mails hablando de mi hermano. 
   Los correos estaban escritos bajo el más cobarde anonimato, como bien saben hacer aquellos que piensan que tienen mucho para decir pero jamás estarán a la altura de ninguna circunstancia, ni siquiera de esa. Y en esos correos que repartía en un pueblo bien chico, cumpliendo a raja tabla el dicho popular que habla de infiernos de dimensiones significativas, se dedicaba a hablar de mi hermano básicamente por puto.

   Decía un montón de cosas de él que aludían a su sexualidad, intuyo hoy con otra perspectiva que con la única intención de que mi hermano se fijara en él.
   Me acuerdo que por esos días yo quería buscarlo y cagarlo bien a cachetadas por atrevido y por ignorante.
 Y hoy la vida que tiene ese que se yo, que puede ser muy injusta a veces,  me mostró como la justicia poética existe.
  Cuando supe quien era, no dije nada, sólo me encargue de que me viera la cara, de que supiera quien era yo y que pudiera leer en mi mirada esto: fijate vos que el puto de mi hermano tiene dos títulos, labura en una empresa internacional y por sobre todas las cosas es feliz. Vos pavote manejás un tacho, que no sería el inconveniente si no se te notara el resentimiento en la cara. Asi que puto, puto vos.

8 comentarios:

  1. Un tiro para el lado de la justicia! Vamoooooooooo'

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    1. me hubiese manoteado la chota al grito de toma putoooooo cuando me bajaba del taxi, pero la quitaba dramatismo (?)

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  2. La vida es más enmarañada que tus rulos...y tan bella...alcoyana alcoyana diosa coló!

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    1. diosor vos con ese post que había leído hace tanto y quien iba a decir que era tu historia <3

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  3. Y cada tanto, parece que el mundo es un poco justo...

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  4. (perdon, me desborde... q bronca me da este tipo de gente!)

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