2/10/13

Sin rueditas.

Cuando tomé la decisión de ser mamá, muy fiel a mi estilo me puse fanática.

Ponerme fanática para mi es consumir muchas cosas que tuviesen que ver con ese paso que quería dar, leía bibliografía relacionada, desde cosas muy básicas que desconocía hasta diferentes métodos para que cuando naciera mi hija, ella fuese la más feliz y yo me sintiera la mejor madre del mundo.

Bueno mi vida yo, esas cosas no pasan si? Porque vas haciendo lo que podes con las herramientas que tenés. El prueba y error es lo que más sucedió después del nacimiento de mi hija.

Me regalaron muchos libros que leí, que volví a consultar y otros que la verdad tienen portadas muy lindas pero no son más que una serie de experiencias calcadas del estilo Según Roxi, la cual a esta altura del partido no me causa gracia. No digo que no me haya divertido la idea en algún momento o que no llegue a sentirme identificada en alguna situación de las que a todas nos toca vivir cuando somos un poco improvisadas en nuestra maternidad. 

Después te das cuenta, en la práctica obvio, que la cosa va por otro lado, que el libro te tira una idea general de como van a ser las cosas, que los videos de madres chistosas y caóticas son eso, un paso de comedia de unos minutos en youtube y vas a ser vos la que tenga que tomar las decisiones de como querés actuar frente a miles de situaciones a las que simplemente nunca te habías enfrentado. 

Me parece que muchas veces la maternidad es eso, situaciones a las que no te habías enfrentado antes y a las que tenés que responder valiéndote de herramientas que ni sabías que tenías. Y en eso de usar herramientas para solucionar conflictos todos los días, no creo que haya algunas mejores que otras, y para cada una las que funcionen van a ser muy distintas.

Eso lo veo mucho cuando charlo mucho con una grupo de mamás que conocí en un foro (OK demándenme por haberme metido en un foro de madres que íbamos a parir en septiembre) porque alguna hace una pregunta que va desde la crianza, hasta como nos sentimos en este momento con respecto a algo que casi siempre tiene que ver con los hijos. Todas aportamos nuestras visiones, algunas coinciden algunas no, pero lo que si veo es que son todas con un único objetivo, mostrar cuales son las herramientas que quizás aplicaríamos en una situación similar.

Por eso ahora que ya tengo tres cancheros años de experiencia como mamá, presto y regalo mis libros, pero casi nunca doy consejos, sí cuento mi experiencia.  
Una experiencia, que me hace sentir más segura, que es un ejercicio tan placentero como agotador y qué quien te dice con el tiempo a esta bicicleta de a poco, le podamos ir sacando las rueditas.


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