19/6/13

Se fue a Buenosairos

Eso dice hiji de su tío.

De su tío que era el último eslabón de la cadena que nos quedaba, de ese collar un tanto desmembrado pero no por eso menos unido.

Cuando te convertís en mamá, una de las cosas más hermosas que te pasa,  es ver como otras personas quieren casi como vos a esa criatura. Y nunca va a dejar de sorprenderme como más cerca o más lejos las muestras de afecto llegan.

Hoy en particular me gustaría hablar del tío Martín.

De ese tío que tiene más que ganado el título. Porque como en algún momento tuiteé, para mi los vínculos hay que trabajarlos, mantenerlos para que estén vivos.
Una coincidencia genética para mi es eso, ahora padre, hermano, abuelo, tío es otra cosa.
Pensar que  por el sólo hecho de tener el mismo apellido o porque sos un poco parecido físicamente existe un vínculo con la otra persona, sos amigo mía  por decirlo de alguna manera limitado.

El tío Martín, en los más de dos años que estuvo con nosotras, fue, vino, baño, jugó, dio de comer, cambió y por sobre todas las cosas amó y ama a mi monito (hace cuanto que no le decía así)

Por eso esta entrada es para él, porque se que daría lo que no tiene por esta tarde pasar a buscarla por el jardín e irse los dos a jugar con esa complicidad única y admirable que siempre van a tener.

ÉL y su Batichica

extrañar a tiempo completo

lo todo


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