31/10/14

Sólo los chicos

A mi no me gustaban los chicos, nunca se me dieron. No era como mi hermana que tenía algo natural con ellos y una paciencia santa.

A los 20 decía a boca de jarro que la verdad no me quitaba el sueño saber si iba a ser o no mamá, no estaba en mis planes para trascender. 

Las cosas que despertó en mi Amparo, ya las he contado y de ahí en adelante un camino de ida. 
Si veo bebitos les sonrío soy una hija de puta capaz de acercarme a la madre para preguntarle como se llama y esas cosas insufribles.
Subo fotos de mi sobrina que está lejos y hago como si hablara ella, todo de un nivel de gorda ridícula que no tiene límites. Por poco lloro pensando que va a nacer Victoria, la segunda hija de mi hermana y yo no voy a poder estar ahí. Y lloro la re puta madre como lloro con las cosas de los chicos.

Estoy a la expectativa del nacimiento de una bebita de una chica que conozco sólo a través de twitter, pero por las cosas de la vida 2.0 todo se hace cotidiano para uno y por más creepy que resulte para la gente que lo ve desde afuera, yo lo naturalizo de una manera asombrosa. Tengo sobrinos que siento así y los vi un ratito nada más, pero su vida me es cercana a través de fotos, videos y preocupaciones diarias de madre.
Ayer nació Rufina la beba de una amiga y estaba como desesperada por ir a conocerla al hospital, pero me sujeté porque yo pasé por eso y les reservo ese momento a mis amigos que no dan más de felicesENTENDÉS QUE ESCRIBO Y ME EMOCIONO, ESTOY ROTA.

Mi trabajo tiene cosas muy lindas y otras que son un sacudón durísimo. Cuando se trata de chicos, yo no puedo, me pierdo la objetividad en el bolsillo y siento y si tengo que llorar lloro.

El dolor de una madre que perdió a su hijo en un trabajo precario sin condiciones mínimas de seguridad, no me es ajeno. Lo más duro llegó esta semana cuando un incendio voraz se llevó la vida de tres chicos, uno de 4, uno de 12 y uno de 16 años. La noche anterior lloré para poder al día siguiente hacer esas notas lo más entera posible.

El jefe de bomberos que intervino, se quebró en la nota y yo con él. Ese día quedé en stand by porque esas cosas te muestran que todo se puede evaporar en un segundo y tratar de ponerte en el lugar del otro es tan doloroso que ni siquiera hace uno el ejercicio. 
Ayer estuve con el papá de los dos mayores, que era también el abuelo del menor. Tenía la alianza de casados toda chamuscada, no me puedo sacar esa imagen de la cabeza. Le di un abrazo, le dije que lo sentía mucho y me tragué las lágrimas como pude. Con J hablábamos como para nosotros estas cosas formaban parte de nuestro trabajo y que al cabo de unas semanas esto se diluía, todos seguíamos adelante y ellos tenían lidiar, si acaso se puede, con una perdida así.

Y ahí me di cuenta, que me gustan los chicos, que agradezco todos los días abrazar a mis bebitas, ver crecer a mis sobrinos, que todo es demasiado efímero para detenerse en una pared rayada, una remera nueva manchada o una chocolatada derramada en el sillón.

Que se yo, me habrán contagiado el amor y no me di cuenta.

3 comentarios:

  1. Ay, nena, vos con tu forma tan particular de decir las cosas expresaste cabalmente algo que a mí también me pasa.
    Besote!

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  2. Si, no? Como que nos llegan a una fibra que ni sabiamos que teniamos. Y a partir de ahi...lloras con cualquier cosa y muchas otras te afectan diferente. Sonrio ante cualquier bebe, pero solo me acerco a preguntar como se llaman y cuanto tienen a los dueños de perros muy lindos (los perros, no los dueños)

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