El último lunes estuvo en la
ciudad, la gobernadora de la provincia Ma. Eugenia Vidal, su llegada se había
anunciado con bombos y platillos, porque traería consigo anuncios increíbles
para la vida de los bahienses.
El clima fue muy raro, una plaza
vallada que no permitía a los vecinos comunes acceder a lo que se había
anunciado como el cumpleaños de la ciudad, una ciudad que es de todos.
La gobernadora abandonó la sonrisa maternal que supo tener durante su
campaña, esa que la emocionaba de todo lo que íbamos a lograr juntos.
Capaz ese rostro, un tanto apesadumbrado y sombrío, tendrá que
ver con la denuncia penal que se presentó en su contra por la posible comisión
de homicidio culposo. La denuncia parte
del gremio SOEME, por el fallecimiento de una de sus afiliadas que
sufrió una descompensación luego de notar el brutal descuento en su
sueldo. Se llamaba Yolanda Mercedes,
cobró 40$ y no había realizado la medida de fuerza de la cual se la ‘’acusa’’,
como parece entender esta gestión al legítimo derecho de los trabajadores.
O quizás su cabeza estaba en que
muebles, cortinas, color de pintura iba a utilizar en el embellecimiento que va
a realizar en su nuevo hogar, tal como consta en el Boletín Oficial bonaerense. Según la publicación de la resolución número
30, el proyecto fue aprobado el 1 de abril, con la firma del director de
Arquitectura del Ministerio de Infraestructura bonaerense, Joaquín Gándara, con
un costo final de $ 660.810,94.
El 11 de abril fue un cumpleaños
extraño, los manifestantes de los diferentes gremios se apilaban contra las
vallas reclamando que esta gestión de gobierno se comprometa a tomar una sola
medida que esta vez los beneficie a ellos.
Este es el momento en que Analía Larrea, se caga en todos los vallados y puede darle el mensaje que quería darle a la gobernadora.
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