El globo por la boca muere.

Si hoy me preguntaran que dos situaciones futuras me generan más miedo, sin pensarlo respondería que les pasara algo a mis hijas o quedarme sin trabajo.

Porque quien podría ser tan necio como para no entender que  el trabajo es la columna vertebral de la vida y la dignidad de una persona. No importa la actividad, no importa si se trata de un ámbito privado o estatal, eso no importa. Toda nuestra vida adulta, se desarrolla en un porcentaje muy alto dentro de diversas actividades laborales.

Desde la vocación que se siente durante la elección de una profesión, el paso por lugares que nos dejan sinsabores, pero que también nos dejan experiencias y son responsables de forjar nuestra personalidad brindándonos herramientas para defender  lo que nos corresponde.

Hasta quizás ser uno de esos que tiene la suerte que pocos experimentan, de ser parte de algo que aman y defienden ante los obstáculo más inmensos e incluso injustos que se les presentan.

En el día de ayer, respiré un tanto aliviada al ver que por amplia mayoría, senadores daba media sanción a la emergencia ocupacional que suspende los despidos por 180 días. El oficialismo se quedó solo en esta. Falta diputados y ver que decisión toma el presidente, que sí como anticipó, se atreve a vetar la ley, tendrá sobre sus espaldas el costo político que esa decisión significa a 5 meses de iniciado su gobierno.

De todos modos nada de esto puede ni podrá revertir la situación de Melisa Bogarín o de Yolanda Mercedes. Ambas, murieron por causa de la desesperación que les causó, a una enterarse de su despido y a otra ver el descuento salvaje que había sufrido en su salario por su supuesta adhesión a una medida de fuerza.

No son las únicas que se fueron, son cinco en total los trabajadores que murieron en situaciones similares. De eso tendría que hablar el locuaz jefe de gabinete cuando comete fallidos inexplicables como el que vomitó en el primer informe de la gestión que hizo en Diputados: "Hay una necesidad más justa de avanzar en un sistema más justo de tarifas y de subsidios para proteger a los que más tienen", créame Peña que las decisiones que vienen tomando no deja resquicio a duda sobre su concepto de justicia.