16/5/16

No gracias, no quiero agrandar el combo



No tengo respuesta a la pregunta ¿Por qué el estado rubrica un acuerdo con una multinacional para ofrecer empleos por debajo del salario mínimo vital y móvil?
No tengo respuesta a esto, pero si tengo algunos datos que quizás nos puedan servir como herramienta para darnos cuenta porque este gobierno muestra tanto desprecio por los trabajadores.
McDonalds es la segunda mayor compañía privada a nivel mundial y los investigadores han concluido que quienes se emplean en esta empresa se inscriben en situaciones de precariedad y ausencia de desarrollo de cara al futuro.
Un 52% de ese empleo en Estados Unidos está subsidiado por el estado y los salarios son tan precarios que se los complementan con vales de comida y muchos de sus empleados viven en refugios porque no les alcanza para poder pagar un alquiler. El promedio de edad de sus trabajadores, es de 20 años y la modalidad de trabajo part time que realizan, obedece a la intención de no ofrecerle a esta masa trabajadora la posibilidad de acceder a beneficios sociales.
La famosa “happy meal” o cajita feliz que la multinacional ofrece, representa el 20% de sus ganancias por la venta de juguetes y lo ha convertido en el distribuidor Nº1 de juguetes a nivel mundial.
El trabajador de Mcdonalds tendría que trabajar 100 años para poder ganar lo que los CEO's de la empresa ganan en un año, esto sería alrededor de 8 millones de dólares al año. Todos estos datos se desprenden de investigaciones y relevamientos hechos por Anahí Rubin, periodista y psicóloga argentina residente en Nueva York.
Sin necesidad de profundizar demasiado, queda expuesto el modelo de empresa que nuestro gobierno permite que use y exprima a nuestros jóvenes.
El convenio se anunció con bombos y platillos como la gran posibilidad para nuestros jóvenes de hacerse un lugar en el salvaje mercado laboral actual. Un mentira que se resquebraja por si sola cuando uno hunde la nariz en el mundo perverso de estos contratos.
Ese convenio incumple con la ley, básicamente por firmar para dar un salario por debajo del mínimo vital y móvil. Se comprende que por debajo de ese salario ningún empleador podría contratar a sus empleados.
Estas medidas surgen en un contexto y un modelo de país que los respalda, no ocurren porque sí, no podemos ser tan ingenuos para pensar eso.
O piensan que en otra ocasión el ministro de trabajo de un país podría estar empezando a hablar de la reglamentación del derecho a huelga, posibilitando se produzcan descuentos salariales a aquellos empleados que hagan uso del derecho mencionado. Se nota que Triaca ha aprendido muy bien de su padre quien durante el gobierno de Menem lo impulsaba como la única salida para frenar la debacle social que se había puesto en marcha.
Si esto considera el presidente que es trabajo de calidad, le quiero decir que no se ría en la cara de los trabajadores porque es muy probable que el precio político sea muy caro para usted que no disfruta de pagar altos costos en favor de los que menos tienen.


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