24/5/16

Regalados

¿Qué querés que te regalen para tu cumpleaños?

Esa pregunta para nosotros que fuimos niños hacia fines de los 80, era una puerta abierta a una decisión muy importante, porque la mayoría de nosotros sabíamos que el regalo era uno de parte de nuestros padres y algo más entre tíos y abuelos.
Hoy nuestros hijos viven (¿padecen?) otra realidad. Los hijos de clase media (los nuestros) conviven con el mal del niño “sobreregalado”.
Esta categoría construida que bien se explica en este artículo, cayó en mis manos en un momento crucial. Mi hija de 5, como los de ustedes seguramente, tiene muchas cosas. Más de las que yo tenía, que de acuerdo a lo que puedo recordar, eran suficientes. AH QUE VIVA AHORA A LOS 33 DICE QUE ERA SUFICIENTE CUANDO LLORABA COMO UN CHANCHO PARA PEDIR LO QUE QUERÍA, le ahorré el comentario a mi querida madre. 

“Una pareja tiene, en promedio, dos hijos. Por lo que en las casas de una familia porteña tipo entran 160 regalos anuales. Pero la acumulación de cosas comienza, casi de rigor, antes del nacimiento del primer hijo. De suponer que hasta los 5 años de la criatura no hicimos una “limpieza” de todos sus juguetes, los niños habrán sumado (la cuenta sería 160 x 5) unos 800 objetos a la casa.”

La reflexión anterior contenida en el artículo seguro los sorprendió, porque casi nunca nos ponemos a “contar” las cosas que tenemos. El número puede variar en mayor o en menor medida, pero la suma para todos nosotros se debe acercar bastante. En esos raptos de ESTO PASA PORQUE TIENEN DEMASIADO, podríamos empezar por hacernos responsables. Tienen, porque nosotros les damos demasiado.

A veces esas cosas vienen a compensar otras carencias, a veces no vienen a compensar nada pero “a mi me gusta darle lo mejor”, “ a mi me gusta darle lo que yo no pude tener”, "no le puedo decir a los abuelos que no le regalen", “tomá y no me rompas más las pelotas” también se inscribe en el porqué llenamos de juguetes a nuestros hijos.

Desde mi perspectiva, en la que comienzo haciendo un mea culpa sobre muchos de los errores que he cometido en el camino de mi maternidad, repito mi maternidad, porque seguro algunos se sentirán identificadxs y otros no. Y otros pensarán que soy una pelotuda PERO NO ES MATERIA DE ESTE POST.

Leía a un madre (que seguramente además de madre debe ser mil cosas más) tratar de hacerse cargo de esta situación y tomó un concepto que me parece interesante reflotar. Actualmente se usa lo de juntar plata entre los padres-madres del colegio para comprarle al niño cumpleañero un sólo regalo entre todo el curso. Quienes estén a favor de esta opción, argumentarán que mejor un sólo regalo de una luca, que 25 pelotudeces. Me pondré aquí del otro lado del debate, como lo hablábamos con Cintia, que ustedes podrán pensar va en contra de acumular un sin número de objetos. Pero prefiero hacer foco en la importancia de que no sea un trámite, juntar una cantidad de dinero, a veces alocada, para regalarle algún objeto demasiado suntuoso a chicos que tienen DE TODO y que para superar sus expectativas hay que comprarles un drone.

La batalla que me gustaría dar y que cuesta bocha, es la de poder lograr chicos ESTOY TAN SORPRESA COMO TODOS USTEDES, que les brillen los ojos cuando vean un papel de regalo, no criemos niñitxs abúlicos e intolerantes que no se sorprendan con nada, que se olviden en 20 minutos de eso que pidieron entre casi ataques de epilepsia gritando hasta desgañitarse, ante la mirada de padres acalorados que hacen control mental para que la presión nos les haga estallar uno de los globos oculares.

yeah bitch, siempre es nuestra culpa


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