11/10/16

Mujer, escucha.

Por estas últimas horas los medios de comunicación masivos y diversos sectores de la sociedad patriarcal en la que vivimos, intentaban a toda costa bajarle el precio al Encuentro Nacional de las Mujeres. Siempre con los mismos argumentos y juicios descarnados que nunca se aplican a otras situaciones de similares características. Cuando se trata de mujeres los juicios son diferentes.

El fin de semana caminaron, se abrazaron, debatieron, discutieron, lucharon por las calles de Rosario  más de 80 mil mujeres. Capaz no te enteraste, capaz lo leíste en alguna red social, amiga, madre o compañera  porque encontrar alguna mención sobre el Encuentro fue tan o más complicado que pedirle medidas populares a un gobierno neoliberal.
Y de pronto sucedió, de pronto Rosario parecía haber estado más cerca que nunca y había que mostrar las pintadas, las mujeres con el pañuelo verde, las mujeres con la peluca fucsia que apretaban el puno y corrían de la mano en una marea de mujeres que parecía interminable.

La marcha no pasaba frente a la catedral, la marcha debía continuar hasta el monumento, pero una pintada, una provocación bastó para que el aparato represivo devolviera con balas de goma y gases lacrimógenos una acción que poco se equipara con el saldo de heridos que dejó la represión.

Equiparar pintadas con el accionar represivo de las fuerzas de seguridad resulta un poco indigno, así como reducir este encuentro a unas fotos con epígrafes tendenciosos en los portales de los diarios. Les duelen los grafitis sobre paredes inanimadas y no les tiembla la voz en vomitar indignación y repudio, ahora de la violencia contra las mujeres y los femicidios que ocurren cada 28 horas en este país ni una letra, ni una palabra.

Celebro a todas las mujeres que pasaron por ese encuentro, porque todas sabemos que todos los temas que se tocaron en los 69 talleres: feminización de la pobreza, política, salud, aborto, diversidad sexual, violencia obstétrica etc., permiten comprender cual es el verdadero alcance y sentido de ese espacio que es nuestro, de las mujeres.  

Le pese a quien le pese, estamos organizadas, luchamos en la calle por nuestros derechos y no habrá balas que puedan apagar el fuego de aquellas que entendimos que el camino que vienen trazando esas que pasaron antes que nosotras por acá tiene un sentido.

Por eso mujer, escucha, únete a la lucha.
Las fotos son de marcha.org
 

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